- Fa sol. - Ja ho por ven dir, senyoreta. TRADUCCIÓN: - Hace sol. - Ya lo dice bien, señorita. (autor Faro)

– Fa sol. – Ja ho por ven dir, senyoreta. TRADUCCIÓN: – Hace sol. – Ya lo dice bien, señorita. (Autor Faro)

 

Artículo de Álvaro Pons – @alvaropons

Viñeta de Faro – @Farohumor

 

Jean-Jacques Sempé (Pessac, Francia. 17 de agosto de 1932 – 11 de agosto de 2022).

Su humor era de apariencia sencilla y amable, pero con una profunda lectura de la realidad humana, inapelable pero siempre optimista y, fundamentalmente, transmisor de esperanza.

Por desgracia, en España la obra de Jean-Jacques Sempé no es especialmente conocida, aunque sus dibujos llevan acompañándonos desde los años 50 en publicaciones como DDT.

El sencillo trazo del dibujante francés no tuvo nunca el impacto popular que consiguió en su país de origen, sobre todo a partir del éxito arrollador de El pequeño Nicolás, la obra que realizó junto al famoso guionista de Astérix, René Goscinny. Creado para la revista Le Moustique en 1954, la inicial versión en historieta de la vida cotidiana de este niño pasó casi desapercibida, abandonándose tras 28 episodios.

Comenzó a trabajar de forma continuada en la prensa parisina y, en 1959, el semanario Sud Ouest Dimanche permite la vuelta del personaje, pero en forma de pequeño relato ilustrado del guionista con dos o tres dibujos de Sempé. El éxito es inmediato y la obra de Sempé y Goscinny se convierte en un bestseller que llegó a publicarse también en la famosa Pilote y abrió las puertas al dibujante de un camino de éxito que le llevó por las principales y más prestigiosas revistas francesas, desde L’Express, Télérama, Paris Match, Marie-Claire o Le Nouvel Observateur.

Los trabajos de Sempé se caracterizaban por un estilo minimalista que tenía como referentes a los grandes ilustradores de The New Yorker, como Saul Steinberg, pero asimilado desde una poética personal que conseguía llevar a su trazo la máxima expresividad.

Sempé podía llenar una ilustración de decenas de personajes, cada uno con una personalidad e imagen propia, pero sobre todo, cada uno contando una historia diferente, transmitiendo con apenas unas líneas tristeza, alegría, ira o felicidad.

Sus dibujos reflejaban una forma de entender la vida contagiosa, que se narraba desde la síntesis absoluta de un trazo que narraba a borbotones.

Si Sempé ilustraba una calle lluviosa, cada personaje que sujetaba un paraguas estaba contando una historia, cada ventana escondía un relato en el que detenerse.

Su humor era de apariencia sencilla y amable, pero con una profunda lectura de la realidad humana, inapelable pero siempre optimista y, fundamentalmente, transmisor de esperanza.

Un espíritu que trasladó a sus comics: Marcelín, El señor Lambert o El taller de bicicletas son lecturas de esperanza y alegría por el futuro y lo que vendrá.

Su éxito se hizo mundial cuando comenzó a ser reclamado como portadista en The New Yorker, cerrando un círculo claro desde sus inicios, pero estableciéndose como uno de los grandes referentes del cómic para artistas como Joann Sfar, Zep, Quentin Blake, Manel Fontdevila…

Dibujó prácticamente hasta sus últimos días, demostrando que el dibujo era su forma de intentar contagiar a la humanidad de su discurso de esperanza y felicidad a través de la creatividad.

 

Desde el Frente Viñetista queremos dar las gracias a Álvaro Pons, quien amablemente ha escrito este artículo para el Frente Viñetista 😀

 

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Wikipedia Sempé

humoristan.org Sempé

llegim.ara.cat “Sempé és el gran dibuixant de la felicitat” 12-08-2022

Els ninotaires José Luis Martín, Kap i Manel Fontdevila recorden el geni del dibuixant francès.